LADRILLO SOBRE LADRILLO

   -¿Soy lo que un día esperaste de la vida?

   A veces debemos levantar muros tras los cuales ocultarnos para protegernos porque hay momentos cuando el corazón sangra, el alma llora y la vida escapa con cada bocanada de aire, y sabemos que si el mundo lo nota puede lastimarnos aún más. Pero esos muros crecen, endurecen, se eternizan, y lo que un día levantamos contra el dolor puede evitar que nos alcance la felicidad, y esta quedará fuera de nuestras vidas, llamándonos a gritos, desesperada, sin que reparemos en ello. ¿Se puede vivir sin felicidad, sintiéndose vacío, inconcluso, mirando con secreto pesar la dicha ajena? No lo sé; pero ¡qué difícil es saber y reconocer el momento que se vive!

Julio César.

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